Crisis de todo tipo

Y el verano llegó...
A pesar de un julio intrascendente, agosto parece arrimar con nuevos bríos, pero tampoco lo de otros tiempos.
La "crisis" entra dura en Camarena. Es evidente que la incertidumbre corroe los ánimos de los visitantes al pueblo y el vacío se hace notar.
Claro que cuando hablo de "crisis", insisto en que no solo es económica. La crisis mas devastadora pasa por otros lados que, al potenciarse con lo económico da el resultado que todos vemos.
Es inútil machacarse pensando en todo lo que se ha dejado de hacer cuando las condiciones eran venturosas. Tiempo pasado no tiene retorno. Pero lo que sí es importante es la reflexión para encontrar una explicación cierta a la realidad que nos toca.
NO SE HA GESTIONADO NADA. Eso es lo verdaderamente crítico.
Camarena sigue siendo la privilegiada población de la Sierra de Javalambre. La que más, con seguridad. La pregunta es ¿que hacemos para sacar provecho de ello?
El acceso por la cara sur de la sierra ya esta aprobado. Solo es cuestión de tiempo para que se realice.
Es un beneficio que corresponde para todos, pero ¿que hacemos desde aquí para posicionarnos  como "cabecera" del centro de esquí y convertirnos en la referencia del lugar?
La respuesta es obvia: NADA.
Sigo pensando que mientras los representantes de esta comunidad no convoquen a un consenso sobre que queremos para este pueblo, seguiremos en la deriva de ir según los vientos que soplen. Claro, para ello hay que pensar, hay que arriesgar, hay que enfrentar la posibilidad de errar, pero se gana la posibilidad de ser gestores de nuestro propio destino. NADA MAS NI NADA MENOS. O habrá que pensar que el "diseño" de pueblo ya esta hecho? ¿El "diseño" es lo que tenemos?
Mientras tanto el calorcito aprieta y desde este pequeño rincón camarenense,  a pesar de todo, os invito a mirar el futuro con optimismo, con renovados impulsos para superar la mediocridad reinante y apostar a que un rayo de sol ilumine las privilegiadas mentes que nos representan y podamos enfrentar un futuro prometedor. Que así sea.
Hasta la próxima.


Ruben Beain