Otoño, colores tostados, olor a leña. Camarena comienza el transito anual al blanco de nieve.
Vuelven los pasos lentos, los silencios profundos, las calles vacías.
Si el jolgorio veraniego da vida, risas, gente que va y viene, niños en las calles, el otoño nos prepara para los días dentro de casa o los paseos con mucho abrigo...y poca gente. Cada año, menos.
Que difícil equilibrio. Como definir la "verdadera" Camarena. ¿Cual es?
El latir de la vida necesita cierto equilibrio. Imposible proyectarse al futuro de otra manera. Hace falta mas gente aún en los veranos y por mas tiempo, pero es mas importante fijar población estable durante todo el año porque ello traerá lo otro como consecuencia.
Cada joven que abandona el pueblo, es un fracaso rotundo.
Cada familia que abandona el pueblo, peor aún.
Camarena tiene el privilegio que ningún pueblo de los alrededores posee. Pistas de esquí, un refugio de montaña excelentemente equipado, balneario con aguas medicinales y un escenario natural envidiable. Y aún más, porque la cercanía con la Comunidad Valenciana le da un potencial enorme.
Entonces, mas servicios, de mayor calidad y opciones para la juventud son indispensables. Alentar a quienes quieren invertir, incluso hasta preparar opciones de negocio y darlos a conocer son herramientas que no pueden faltar en este mundo tan competitivo que nos toca vivir. Mas claro aún, hace falta un plan de acción mediato e inmediato posible, pues cada día que pasa sin hacer nada, no es quedarse quieto, sino que es retroceder.
¿Tan difícil es convocar un sincero y honesto debate sobre lo que se pretende del pueblo y entre todos aportar a un proyecto común? ENTRE TODOS.
Cuando se califica y se exige a los políticos acciones concretas, no es para que se atajen con el sabido "lo hacemos gratuitamente", primero porque no es así, segundo porque nadie es obligado, y tercero porque el asumir una responsabilidad pública implica poner en consideración de los demás sus actos y por último porque como ciudadanos tenemos el legitimo derecho a exigir que asuman esa responsabilidad. O acaso alguien los obliga a postularse. El obtener el reconocimiento de la gente, no es una obligación de esa gente, sino que es un mérito a ganarse, y no siempre se logra. Es más, es muy difícil lograrlo.
El otoño ha llegado. Tiempo de reflexión.
Ruben Beain
Camarena de la Sierra, pequeño pueblo escaso de gentes y necesitado de nuevos horizontes. Aquí aportamos lo que sentimos y pensamos sus moradores, convencidos que tenemos elementos para convertir esta pequeña comunidad en el pujante pueblo que ya fue y que merece volver a ser "LA PERLA DEL JAVALAMBRE" Tu opinión también tiene este espacio. Escribe a: camarenaopina@gmail.com
"LA VERDAD SE CORROMPE TANTO CON LA MENTIRA, COMO CON EL SILENCIO..." (CICERON)
Pues lo que dijo usted en la sexta tampoco favorecia.
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